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El día que atracaron a mi hijo.

 Ese fué un día nefasto, mejor dicho una noche.  Era la noche de Halloween. Mi hijo salió con sus amigos en la bicicleta. En un momento determinado, como a las diez de la noche, se pararon a ver dónde iban a comer, léase, pizza, kebab, etc.  Dos tipos con pistolas los atracaron en el mismo carril bici donde ellos estaban parados.  Les robaron hasta las zapatillas, pasando por relojes, chaquetones y por supuesto teléfonos móbiles.  Mi hijo tenía en ese momento un iPhone super nuevo. Se resistió a los atracadores y dijo que no se los daba.  Los dos atracadores le dieron una paliza de órdago. Antes de eso ellos vieron un coche pasando, lo pararon para pedir ayuda, el tipo del coche bajó la ventanilla pero pasó mil kilos de ellos y siguió su camino.  A mi hijo ya digo que le dieron tremenda paliza en la cara, tanto así que le reventaron la trompa de Eustaquio.  Sin teléfonos (los habían robado todos) no tuvieron más remedio que ir a la casa que estaba más cerca, que era la de mi ex marido.
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El día que dejé de hablarme con toda la familia.

 En fin, en todas casas cuecen habas, en la mía también. Ese día del que os hablo, tenía que llegar tarde o temprano, aunque dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena.  Os cuento: Yo desde peque he sído super mimada por toda la familia, tanto materna como paterna. Éramos (seguimos siendo) 4 hermanos. Yo la segunda.  Mi hermano siempre fué un poco problemático (ya lo he dicho antes, en todas casa cuecen habas) y tuvímos grandes problemas entre nosotros y por ende con toda la familia.  Luego de fallecer mi mami, el último escollo familiar, teníamos los hermanos la opción o 1) cada cual en su camino o 2) intentar arreglar lo que se rompió.  Yo elegí el segundo camino. Hablé, junto con unas litronas de Cruzcampo, en una noche de octubre de hace ya una década, y arreglamos el tema. Sí, el tema, las peleas, los enfrentamientos, las disputas. Mi hermano y yo elegímos dejar eso en el pasado. Seguir adelante, ya nada nos unía, sólo nuestra capacidad de ser hermanos y apoyarnos. Sí,